... Cuando no eran las gugghieteddhi, las cocidas en agua con granos de matalaúva... « ¡ Ay padre, padre! », piensa. «¿Qué culpa tuve yo de no ser un dios como usted? » La mano joven se posa sobre la vieja. Inmóvil, evitandolacariciaqueseríarechazadaporblandura. De repente, a Renato le alarma en el viejo cierta expresión doliente. -¿Le ocurre algo? -Aiu 'u scilu -sonríe