fulminó a su hijo con la mirada. Dejó la lupara, besó a Rosetta, dirigió al yerno un vago gesto de la mano y decidió violento: -¡Nos vamos, pero por la puerta grande! Y tú Rosetta como llores desde el balcón vuelvo a subiryteplantodoshostias.Sinopuedesaguantarte, no te asomes. El viejo bajó una vez más la escalera haciendo sonar sus pisadas de amo y emergió, más erguido que nunca,
SON:048.01
PLANTAR.4 - (Fg.) Dar [un golpe o un beso] [a alguien]