Texto contextualizado: |
noble tierra vertió generosamente su sangre por nosotros, sí, nosotros, para que los representantes de las generaciones que iban a sucederle pudiéramos pronunciar con orgullo el nombre bienamado de la patria. El orador ha acallado la charanga y, en un rapto retórico, tutea al Desconocido y anuncia que pronto, en cosa de minutos, dejará de serlo: el tiempo de levantar la lápida que lo cubre e izar solemnemente su féretro. ¡Un pool internacional de gigantes de la edición ha decidido |
PAI:113.06 |