las causas avanzadas! Los ocupantes de la plataforma escuchan al orador con recogimiento y compunción, vestidos con la sobriedad y adustez que prescribe el momento: una doble hilera de gabanes negros, sombreros y gorros de piel respetuosamente tenidos en mano. Entre una y otra acera,losautomovilistasavanzanconlentitud:aveces frenan y se detienen a mirar el baldaquín y los solemnes dignatarios del estrado, hasta que algún impaciente, asomado a la ventanilla, les obliga a arrancar a