del pasillo, en la sala, atisbó una llama vacilante. --Tengo otra vela allí, junto al teléfono. Por si llaman... --dijo Lucía. David se fue a la sala y se sentó enroscado en la butaca junto al radiador. --¿Quierescenar?--gritólachicadesdelacocina. --Bueno --dijo. Se acercó al balcón y levantó un poco la cortina y luego el visillo, pero no vio nada, sólo las gruesas gotas brillando en los cristales al resplandor