la mala educación de los muchachos de hoy día, su desfachatez y falta de respeto, su manía de ensuciar las cosas. Más tarde, alguno, en una pausa de insomnio, se había asomado a tomar el fresco a la ventana a altas horasdelamadrugadayhabíadivisadounasilueta inclinada sobre la parte baja de la pared del inmueble contiguo: un sujeto de pelo rizado y negro, del que no consiguió ver la cara pero que, de eso estaba