Texto contextualizado: |
que un coche oscuro, sin matrícula, frene junto a una persona inofensiva cualquiera y cuatro individuos enmascarados la empujen brutalmente al interior del vehículo y desaparezcan con ella sin dejar rastro. Pasear por las calles de nuestra capital es topar a cada paso con espectáculos sobrecogedores y atroces, que empequeñecen y ridiculizan las hazañas de Drácula o Frankenstein. Los sueños se han vuelto reales: las salas especializadas en esa clase de películas se han visto en el brete, por falta de público, de |
PAI:072.16 |