con reprobación. La belleza impúber de sus rasgos, sus gestos y ademanes armoniosos, su inocente y prodigiosa malicia se combinan ahora con una expresión de aburrimiento y disgusto que presagia un súbito cambio de humor. La escena impuesta por el fotógrafo le resulta a todas luces molesta: trascontemplarconcrecienteirritaciónsus torpes y enojosos preparativos, abandonará su pose de fingido candor y le sacará despectivamente la lengua. Ante el cúmulo de menudos contratiempos no previsto siquiera en su horóscopo,