LOS LABIOS La profunda aversión a la naturaleza y los paisajes campestres de nuestro rompesuelos urbano admite sin embargo, por razones puramente estratégicas, algunas excepciones: v.gr., los jardines públicos. Como no dejan de apuntar los movimientos Verdes y grupos ecologistas, la intrincada jungla en que habitacarecedeesosespacioscomunalesabiertos que, según su jerga, son el pulmón, la bocanada de oxígeno de la gran ciudad. El ámbito gris pizarroso en el que deambula no permite extasiarse ante cascadas,