independencia y la unidad de América Latina, el antiimperialismo, un programa de reformas sociales radicales y necesarias, la restauración de la democracia. Una a una se han desvanecido estas ilusiones. El proceso de degeneración de la Revolución cubana ha sido contado varias veces, inclusoporaquellosqueparticiparonenelladirectamente, como Carlos Franqui, de modo que no lo repetiré. Anoto únicamente que la desdichada involución del régimen de Castro ha sido el resultado de la combinación de varias circunstancias