¡Andrea, Andrea mía! Se abrazan fuerte porque la muerte está ahí, al otro extremo del pasillo, a la vuelta de las esquinas de la vida. Se abrazan fuerte, unidos hoy por la compasión como otras noches por la carne. Mientrasellosseabrazanyconsuelan,elviejo acuna en sus brazos a Brunettino muy lejos del dormitorio conyugal, en la posición fortificada de los dos partisanos, montaña arriba. Allí le habla bajito (esta noche no
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CONSOLAR - Aliviar la pena o el disgusto a una persona.