de criar niños... No se huele nada. Menos mal, pero ¡hace falta paciencia con el hombre! Dentro, el viejo se ha callado al dormirse el niño. La escasa luz acotada por la rendija entre las cortinas cae directamente sobre sus manos. El viejo las contemplaobsesionado:losdorsos,laspalmas.Fuertes, anchas, con azulosas venas, dedos como recios sarmientos, uñas duras y cortas, pardas manchitas visibles entre el vello... Las contempla