condensación de vida. Así el viejo, de zagalillo, cogía en brazos a su Lambrino; pero el comportamiento de aquel corderillo preferido nunca ofrecía imprevistos. El niño, por el contrario, sorprende a cada instante; es un perpetuo misterio.¿Porquérechazahoyloqueapetecióayer? ¿ Por qué le interesa ahora lo desdeñado antes ? Todo lo investiga y curiosea: lo palpa, da vueltas al objeto en sus manitas, se lo lleva a la boca, tienta su resistencia,