advierte Anunziata, apareciendo de repente en la puerta-. A la señora no le gusta. -¿Por qué? ¡La vejez no se contagia! -¡Señor, qué cosas dice usted! Es que a los niñosnohayquecogerlesenbrazos.Seacostumbran, ¿ sabe ? Lo dice el libro. -¿Y a qué han de acostumbrarse? ¿A que nadie les toque ?... ¡ Libros! ¿ Sabe usted por dónde