su colodra, derramó en la herida un chorreón todo rojo, que la gente creyó era jugo de plantas, pero era sangre de él mismo... El príncipe revivió, se levantó más fuerte que nunca, abrazó a sus padres y acabó reinando muchosañossinquepasaranada,acordandosesiempre, siempre, del viejo de la montaña que, en cuanto cumplió la salvación, desapareció: Valerio pulsa una tecla, suena un chasquido y las ruedas se detienen. -