el cordón, cae sobre la cama. - ¡ Cabrón de tirador! -ruge. Pero el rugido acaba en sofocada queja. Se sienta, apoyando la espalda contra la cabecera. Murmura: -Veo mal... El sol... Me ciega, al salir de la umbría... Callaparaahorrarfuerzas,perosumenteprosigue, mientras el dolor va cerrando implacable tenaza en torno a su pecho. «Nada, no es nada... ¡ Qué alegría los cohetes!
SON:346.27
CALLAR.1 - No hablar o dejar de emitir algún sonido.