amigo Salvatore... ¿ Me permite llamarle Salvatore?; mi nombre es Natalia... No se disculpe; quien estudia mitología no se asusta por hablar de cuernos. Además -la sonrisa se acentúa- tiene usted toda la razón: aprovecharse así de una mujer quenoseentera,nisiquieraesdehombres. -¿Verdad? --exclama el viejo, encantado. «Mira por donde», piensa, «esta larguirucha, a pesar de sus pocas tetas, entiende del asunto más que
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ENTERAR - Llegar a saber, notar o dar(se) cuenta de [algo]