maduro, tierno. -¿Tierno yo? -bufó indignado el hombre. No pudo continuar. Se llevó la mano al vientre, se disculpó y salió apresurado. Después, la realidad que ella ha suavizado para el hijo: el viejo llamandola desdeelbaño,ellaacudiendoatiempode verle doblarse sin sentido desde el retrete al suelo, el agua de la taza enrojecida, las fláccidas carnes al aire, ella con angustia en el alma y doméstica serenidad