ser la Nochevieja. Hortensia avanza decidida hacia una capillita lateral y se sienta en un banco desde donde ve la imagen de San Francisco. En el altar de la capillita temblotean dos velas encendidas ante una Madonna. En el muro frontero, un gran cuadro bastante ennegrecido. Elviejocontemplaelperfildelamujerasu lado. Tiene la misma tierna sencillez de la fuente, con ese pelo liso recogido detrás, esa nariz tranquila, esos labios serenos. Al viejo le gusta que ella no bisbisee