contrarias, favorables o desfavorables, sobre la estatización de la banca; lo reprobable fue la forma en que se decretó, mezcla de albazo y sentencia sumarísima. Más bochornoso aún fue el silencio de unos y los ditirambos de otros. ¿Porquélosbanquerosylosempresariossequejaron sottovoce y no fueron escuchados por la opinión popular? Pues porque muchos habían sido fieles puntales del régimen y, sobre todo, porque ninguno de ellos se preocupó jamás por mejorar la cultura