sacaba los zapatos como jugando, hablandole al oído y besandola cada vez más cerca de la boca, te quiero, mi amor, dejame desvestirte, dejame que te vea, sos tan linda, corriendo la lámpara para envolverla en penumbraycaricias,Floraabandonandosecon un primer llanto, el miedo de que algo se oyera arriba, que la señora Matilde o Carlitos, pero no, hablá bajo, dejame así ahora, la ropa cayendo en