él detrás, en un mutis aplaudido con locura. -¡Cómo disfrutas! ¡Qué gusto me da oírte reír así! -le dijo Hortensia. -¡Ese tío es buenísimo!... A lo mejor agarra alamozaporahídentrodelescenarioy...¡figurate! -¡Qué cosas se te ocurren! -¡Las cosas de la vida! No se le hacen ascos a las cabras, allá arriba en la montaña. Y perdona.