el portal y luego avanza por el pasillo, esperando tras la puerta el ruido del ascensor. ¡ Ya!... Al -abrir sorprende al viejo con el dedo en el aire hacia el timbre, en una cómica postura de películacortadaqueleshacereír.Graciasaellodisimula mejor Hortensia su tristeza, porque el viejo ha dado un bajón en esos días. Siguiendole hacia la salita repara en los hombros caídos y los pantalones fláccidos, vacíos de carnes.