la alcantarilla más próxima. Hay que verle también plantado en medio de la calle como un bobo, con el impermeable, el sombrero y las gafas, mientras contempla la zanja de obras públicas en la que, desde hace unas semanas, trabajan mediadocenademoros,sinadvertirquesucachazuda presencia obstaculiza la maniobra de una furgoneta, hasta que el chófer, nervioso, da un claxonazo y, con sobresalto grotesco, le obliga a saltar al arroyo. Quien