golosamente el miembro, deslizando su lengüecita rosa y vibrátil alrededor del balano y sopesando con sus delicadas manos mis cojones macizos; la tercera pasa los deditos por la raya de las nalgas y cosquillea con su boca inocente mis muslos ypiernas.Lastreshablanymedicen:¡Adoro los tíos cachondos¡ ¡Oh, qué huevos enormes! ¡Ah, qué picha tan bella¡ Luego, cuando descargaré la leche, espesa y fragante como la crema, las tres