. ¡Eh, chiquitas, venid a ver lo que tengo! ¿Hay alguna que quiera jugar con ella y comér a besos? EL MODELO DE RODIN Nuestro héroe no es un simple mirón: a veces, después de cerrar el albúm con las fotos exquisitas delReverendo,abandonasusfantasíasmasturbatorias y se convierte en lector, coleccionista y epistológrafo. Recorre las páginas del ejemplar de Libération de los sábados, examina atentamente los anuncios eróticos, subraya con un lápiz aquéllos