puede que otro día...» Y escapar. Sin embargo siguió sentado, sumergido en una fascinación especial, y se dispuso a aceptar el juego. --Está completamente loca --afirmó Genoveva. Julián acercó la botella, se sirvió otra copa. --Nocreoqueestéloca--replicó--.Paraellason objetos impregnados de la presencia de David. Y al mismo tiempo necesita apartarlos porque también son los testigos de una ausencia insoportable... «Heme aquí otra vez