desde la cocina o el salón cómo se abría la puerta principal y el abuelo permanecía unos segundos en silencio, intentando detectar algún sonido que delatara la presencia de otras personas. Después sentían sus pasos rápidos y un nervioso abrir y cerrar de puertas, pero ambos habían acordado tácitamente noconcederlesespecialatencióny,enesasocasiones, hablaban en voz baja para que él no les oyera. Una tarde, sin embargo, Carlos salió al pasillo al encuentro del abuelo y contempló por unos segundos