de sufrimiento. Describió aquella mueca a Carlos y le habló del abuelo, de su amistad con Federico, le habló de antepasados ilustres, de fabulosos tesoros, de cierto medallón y cierta sortija. El abuelo era de estirpe de reyes y, mientras Miguel lo explicaba, el profesorasentíaconeselevemovimientodecabeza que se había hecho casi irritante por demasiado habitual, demasiado insistente. --¿Sabes lo que he soñado esta noche? He soñado que el abuelo se