terminó confesando que sentía una particular pasión por la ornitología. Le explicó las diferencias entre papapayo y cacatúa y le animó a adquirir un ave de esa familia. Se acercó para hablarle al oído y a Miguel no le gustó sentir su aliento enlasien.Poresoseapartóunpoco,peroel hombre no pareció advertirlo y siguió hablando en voz baja, se comprometió a explicarle los trucos infalibles para enseñar a un loro a repetir veinticinco frases distintas