durante todo el día, nadie sino ella y el niño estuvo en el piso. Miguel entró en la Zona Deshabitada y relató a Capitán Flint las últimas novedades domésticas, pero, a pesar de todo, el tiempo discurría con tal lentitud yélseaburríatantoqueconfrecuenciaacudíaal balcón y se entretenía espiando a la abuela. La veía conversar ininterrumpidamente con Storitz, contestar con la cabeza a sus preguntas inaudibles, reír regocijada sus chistes. La veía fingirse