siempre destrucción. Yo no conocía otra cosa. El jardín, la casa, las personas que la habitábamos, incluso yo con mis quince años, estábamos envueltos en aquel mismo destino de muerte que parecía arrastrarnos contigo. Cuando entramos enlacasa,mepedístequelecomunicaraaAgustina que no ibas a cenar. Y te despedíste de mí como si aquella fuera una noche cualquiera. Horas más tarde me desperté con los gritos de mamá llamandote.
SUR:037.25
COMUNICARI - Manifestar, transmitir una información, sensación o conocimiento