no conseguirían vender nada y de que muy pronto se cansarían. Sin embargo, apenas había pasado un cuarto de hora cuando el mismo señor de sonrisa de ratón les compró diez ejemplares del periódico. Miguel, súbitamente alegre, no se lo podía creer: ¡ya casi se había agotadolaedición!,¡seríanecesariaunasegunda tirada! Poco después, un chico moreno con flequillo accedió a probar el delicioso refresco. Agus y Miguel aguardaban expectantes su reacción. «
TER:066.21
AGOTAR.3 - Vender o repartir [todos lo ejemplares de una publicación]