frente a lo que solamente podíamos llamar eso, todas las calificaciones gastadas, todos los gestos del horror cansados y sucios. -Las que sobrevivieron fueron fusiladas esa misma noche de Navidad -leyó en voz alta el escultor-. A lo mejor les dieron pan dulce y sidra, acordatedequeenAuschwitzrepartíancaramelos a los niños antes de hacerlos entrar en las cámaras de gas. Debió ver cualquier cosa en mi cara, hizo un gesto de disculpa y yo