¿vos lo cuidás, verdad? ¿Vos le das el alpiste todas las mañanas, y el pedacito de vainilla?» Me asombró esa banalidad, porque esa voz no era una voz que estuviera transmitiendo un mensaje basado en cualquier código, las lágrimas mojaban esavoz,laahogaban.Subíauntrenantesdeque ella pudiera descubrirme y di toda la vuelta, continuando un control de tiempos y de cambio de ropas. Cuando entrábamos otra vez en José María
GLE:061.03
AHOGAR.3 - (Fig.) Mitigar el desarrollo o la manifestación [de algo]