un límite inaceptable. Pájaros, monstruos marinos, ventanas dandose al silencio o dejando entrar un simulacro de la muerte, cada nueva pintura arrasaba a Alana despojandola de su color anterior, arrancando de ella las modulaciones de la libertad, delvuelo,delosgrandesespacios,afirmandosu negativa frente a la noche y a la nada, su ansiedad solar, su casi terrible impulso de ave fénix. Me quedé atrás sabiendo que no me sería posible soportar su mirada