viejo corazón y le arrebatan a esta gloria, esta grandeza, esta palabra insondable: ¡NONNO! A ella se entrega para siempre el viejo, invocando el nombre infantil que sus labios ya no logran pronunciar. El niño, en su desamparo, inicia un gemido. Perosecalmaalolfatearenlaviejamantaelrastro de los brazos que le acunaban. Se envuelve confiado en sus pliegues, en ese olor que reconstruye el mundo al devolverle la presencia de su abuelo, y clama, orgulloso
SON:347.19
CALMAR - Sosegar, tranquilizar a una persona o cosa. Moderar un dolor o la violencia de algo o alguien