voz baja y echó a correr pasillo adelante. Desde el umbral pudo ver al médico que hablaba con la madre y al padre pálido, con los ojos cerrados, tendido en la cama, como lo había dejado al salir por la tarde. Nopreguntó¿quépasa?porqueadvirtióquelamadre no le veía, no reparaba en él, reclamaba insistente una respuesta: --¿Pero cuánto, cuánto cree que puede durar? El médico movía la cabeza a