! Y todas lo mismo: artificiales. Andrea le mira con desesperación de víctima. -Pero ¡ mira, mujer, mira estas peras! Son naturales, no como las otras, tan iguales que parecen de cera... Y luego, con esos trucos para que no puedas niolerlasyparaquepaguescartonesenelpeso... Bueno, si me recuerdas la marca, bajo otra vez a por el pan. -No, papá, no se preocupe. Tengo yo que comprar