aquí mismo», sentencia contemplando a ese verdugo que, con el índice izquierdo, tantea la vena en la vulnerable garganta. Este verdugo no empuña un cuchillo de matarife, sino una jeringuilla vacía cuya aguja se dispone aclavar.«¿Ysipinchamal?¿Sedesangraentonces, se ahoga?... ¡Le mato, Rusca, le mato!» La aguja penetra, se hunde... «En cambio ese cobarde sería incapaz de pinchar en la barriga a un rival; no hay más que
SON:120.18
DESANGRAR - (Hacer) Perder un organismo toda o casi toda su sangre