para inquirir qué cosa estaba sucediendo, susurró éste a mi oído: --El señor Consejero Delegado va a dirigirnos la palabra: pongamos mucha atención. Los consejeros, en efecto, se aprestaban a tomar notas y a pulsar sus calculadoras de bolsillo, menos unoodosqueaccionabanaladesesperadasendos magnetofones. --El ahorro privado --empezó diciendo el interfono en un tono tan profundo y tenue que se confundía con los borbotones provenientes del surtidor-- es como la