Andrea telefonea a Hortensia: -¿ Cuándo podremos vernos donde usted quiera ? Estoy deseando conocerla y ¡ agradecerle tantas cosas! Hortensia percibe sinceridad y rectitud en esa voz agradable, aunque pronuncie con excesiva precisión profesoral. -No hay nada que agradecer, pero yo también deseoverla.Prefieroirasucasa;asíveréaBrunettino. -¿ Por qué no esta tarde ? Mi suegro va al Seminario de la Universidad; tiene su última sesión del curso. Estaremos solas y veremos qué se puede hacer