Y luego fue el mejor alcalde que se recuerda, favoreciendo al pueblo con la Reforma, aunque los Cantanotte se resistían: sobornaban funcionarios y hasta le prepararon dos emboscadas, pero él se cargó a los asesinos... Yahora,¡pobrepadremío!Aveces,telojuro,me remuerde la conciencia por no haberme quedado allí junto a él. Renato, apenado, refugia la cabeza sobre el pecho femenino, sentido a través de la prenda transparente como