de Cristo en la cruz: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?» Pero Dios no había abandonado a su hijo, explicó el cura, ni tampoco a la Italia ocupada, aunque la estuvieran crucificando los alemanes. Así el viejo se justificabatambién:«No,tesoro,noteheabandonado, aunque lo parezca. Soy tu San Cristóbal y antes me hundiría contigo. Estoy a tu lado y ¡venceremos!» Bajando la escalera recuerda la cara adolescente
SON:203.22
JUSTIFICAR - Aportar razones o pruebas que acreditan algo como veraz y oportuno