», reconoce el viejo mientras la escucha. «Piensa como yo, pero no quiere echar leña al fuego... ¡Ni falta que hace, ya arde bastante!» --Lo que sea, ¿lo hiciste con tu hija? ¡Respondeme!...¡ Luegosequejarándequeloshijossevayan de casa en cuanto puedan! La mujer contesta lentamente: -¡Ay, Bruno! Los hijos acaban dejandote, hagas por ellos lo que hagas