mucho y recibir mucho. Quiero, querría tenerte cerca... ¿Sabes tú lo que esperas, lo que quieres? Un beso, Annick. II --El dinero no da la felicidad --dijo Genoveva. Y extendió su mirada sobre las cosas que la rodeaban. Juliántambiénposabasusojosenlosobjetosdiseminados por la llanura del salón. Objetos fríos, vacíos de toda virtud talismánica, pero objetos bellos que servían de estímulo constante a los sentidos. El tacto suave