la media hora. Quizá un cuarto de hora... En cualquier caso, minutos alargados por el silencio, imposibles de registrar al carecer de referencia externa. Porque si no se habla, el tiempo se detiene, vacío. Hace falta llenarlo con palabras para queelinterlocutorlasrecibaylasacepteolasrechace y, a la vez, nos golpee con su propio conjunto de argumentos para convencernos, por ejemplo, de que David no hablaba mucho de su pasado con Julián, de
JOV:109.19
RECIBIRI - Tomar o acoger [aquello que se da o que se entrega]