inocentes y limpios. No era mi guerra, Annick. Yo era un niño en la cuna cuando empezó...» ¿Has cambiado tan profundamente en estos meses? Yo no lo creo. Por eso temo que te desvíes en luchas de papelquetúconviertesenbatallasferoces.Perdona. Me ha salido un confuso psicodrama, un sermón, un reproche. Busca algún hueco en tu vida y contestame. Admito furiosas réplicas, gritos e insultos. Un beso,