Texto contextualizado: |
No lo deseamos, ni siquiera lo tememos. Le he dado muchas vueltas al hecho de que, a pesar de todo, continuemos escribiendonos. He tratado de buscar las razones de este morse prolongado con el que nos enviamos señales regulares, indicios de que seguimos vivos. Me parece que ésa es la clave de nuestras cartas. Escribimos para comprobar no que está vivo el otro, sino que lo estamos nosotros mismos. Tus cartas me confirman que existo. Quizá la lejanía me agudice esa |
JOV:159.16 |