Texto contextualizado: |
Poco a poco, sin embargo, la ciudad fue resucitando. Primero unas pocas personas, bastantes luego y al fin muchas empezaron a deambular, bien que de mal talante, camino de sus obligaciones. Despuntó la aurora, se produjeron atascos, animaron el aire bocinazos e improperios y recobró el mundo su aspecto habitual. Reconfortado por la bullanga y amparado por el gentío, abordé a un transeúnte y le pregunté cómo llegar a la cafetería Roncesvalles. Gracias a sus instrucciones, |
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